lunes, 6 de octubre de 2014

EL COLEGIO CLARETIANO

       











                                                     

PROGRESO DEL COLEGIO CLARETIANO (SEGUNDA PARTE)

PROGRESO DEL COLEGIO CLARETIANO (PRIMERA PARTE)

NACIMIENTO DEL COLEGIO CLARETIANO


La primera misa ante las altas autoridades eclesiásticas y civiles

El 14 de septiembre de 1671 se ofició la primera misa ante las altas autoridades eclesiásticas y civiles, en la recientemente inaugurada ermita que se erigió por orden del virrey Pedro Antonio Fernández de Castro, Conde de Lemos, fecha que coincide con el día de La Exaltación de la Cruz, comenzándose a difundir el culto y a llegar de diferentes lugares numerosos fieles, comenzándolo a llamar al crucificado Santo Cristo de los Milagros, o de Las Maravillas. Un detalle muy resaltante fue la gestión del Párroco de San Sebastián y de Doña Margarita Andy Tebes Manrique de Lara para el traslado del Mural a dicha parroquia, pero no esperaron la negativa de las autoridades y de los fieles. Días después de tan memorable ceremonia se nombra como primer mayordomo de la entonces Ermita del Santo Cristo de los Milagros a don Alemán.




                                         

Las Cofradías de Negro

La llegada de miles de personajes atraídos por las noticias de prosperidad y riqueza. Debido a los traficantes de esclavos, una parte importante de estos inmigrantes venían de la costa atlántica de África occidental, que se clasificaban por castas: congos, mandingas, caravelíes, mondongos, mozambiques, terranovos, minas y angolas. Aproximadamente 10, 000 habitantes de Lima se organizaron de tal manera que construyeron sus toscas cabañas o callejones divididos en aviva, es decir el bantú o el kimbundo, cantaban canciones antiguas de sus tierras natales ya que provenían del África Occidental. También se ocupaban de sus enfermos y se preocupaban de que todos tuvieran un entierro decente, mediante pequeñas cuotas de cofrades. De acuerdo a Jean Pierre Tardieu los esclavos angolas eran el grupo más numeroso entre los esclavos negros, sin embargo no eran muy valorados, es decir estaban entre los esclavos más baratos, pues por lo general se les consideraba pusilánimes, enfermizos y poco propensos a la cristianización. En esto último no está de acuerdo el historiador Armando Nieto quien considera que más bien eran los de más fácil cristianización. Según Jean Pierre Tardieu los jesuitas publicaron en 1629 la traducción al castellano del libro Oraciones publicado en Portugal con oraciones en idioma angolano del jesuita lusitano Mateo Cardoso SJ, y el padre general de los jesuitas en Roma Mucio Vitelecchi planteó que el dominio del idioma angolano podía servirles a los jesuitas en Perú como cuarto voto como sacerdotes. Un vocabulario de idioma angolano fue confeccionado por el presbítero López de Castilla (SJ), sin embargo los sacerdotes jesuitas doctrinaban a los angolas y otras etnias mediante la llamada «lengua media», una mezcla de varios idiomas africanos usados por los esclavos negros en Perú. Sobresalieron en la doctrina de negros, los jesuitas Gabriel Perlín y Francisco del Castillo S. J., este último según Tardieu elaboró un devocionario en idioma angolano.




                                                 
                                                                         

EL MILAGRO DE ANTONIO DE LEÓN

Aproximadamente en 1670, Antonio de León, un vecino prominente de la Parroquia de San Sebastián que padecía de terribles dolores debido a una metástasis en el cerebro, fue comunicado por una esclava sobre el Cristo Moreno y sus milagros. Este, al no encontrar solución en médicos y curanderos, acudió a la imagen, milagrosamente sus dolores desaparecieron.